Como todos sabréis ya a estas alturas, bien porque hayáis
estado, bien porque hayáis visto un millón y medio de tuits al respecto, este
fin de semana hemos vivido un nuevo Festival de Series de Canal + en Madrid.
El viernes por la tarde, los Cinesa Proyecciones de la calle
Fuencarral, extendieron su alfombra roja para recibir a Alicia Florrick, Oliver
Queen, Laura Diamond, Hannibal, Meredith Grey y un sinfín de personajes de las series
más vistas, queridas y odiadas en el mundillo seriéfilo. Cargado de actividades,
visionados, algún que otro muffin y litros de Gintonic, unos cuantos
madrileños, adoptivos y foráneos, hemos disfrutado como enanos de una de las
citas más esperadas del año.
Pero hoy voy a dedicar estas líneas a la experiencia de
participar en El Rey de las Series, porque amigos, un servidor, este newbie de
la blogosfera, tuvo el honor de vivir los Octavos de Final de este concurso,
tan aplaudido por unos y criticado por otros, pero en el que yo me lo pasé pipa
y eso que, como reza el título: Llegué, vi y perdí.
Después de dos primeras temporadas del concurso vividas tan
intensamente (sobre todo la primera, donde me desgañité vivo animando a Carlos
o el “Rey Original” como le hemos rebautizado este finde), me colé entre los 50
más rápidos del concurso de Facebook, lo cual me daba derecho a una de las tan ansiadas
y preciadas pizarritas. Así que a las 18h del sábado 18, los “elegidos”
fuimos ocupando nuestros asientos y rezando todo lo que sabíamos para
acercarnos, sin pasarnos, al número justo.
Que es de todo menos fácil, porque el comité de sabios sabe
hacernos sufrir a base de bien. En mi caso, hasta que lanzaron la pregunta “¿Cuánto
suman la fecha de comienzo de Padre de Familia y el número de capítulos de
True Detective?” (Serie que ni he visto, ni pienso, por cierto). Me lancé con
2004 y no acerté, pero… fui el último en acercarme a la respuesta y me tocó
subir al escenario: ¡La suerte estaba echada!
En los octavos de final se juega a la mítica primera prueba
del “Un, dos, tres” en la que por 25 pesetas tenías que decir nombres de
pintores de la escuela holandesa, pero en versión 2.0 seriefila. Después de vivir los duelos de “Series que se emiten en el festival” o “Series
que han ganado un Emmy esta temporada”, llegó mi hora, la de cerrar el cuadro izquierdo
con “Series cuyo nombre incluye un color, como por ejemplo: Black Mirror”, con
ella empezaba mi contrincante. Orange is the new black fue la ÚNICA que me vino
a la cabeza y después de su Blue Bloods, consumí mis 10 segundos de tiempo:
Ohhhhhhhh un auténtico drama. Porque claro, luego te vienen a la cabeza: Agujetas
de color de rosa (¿verdad Nacho?), Red Band Society, Pulseras rojas y ¡hasta
Círculo Rojo! pero ya era demasiado tarde. Mi enhorabuena a mi rival, a la postre
Gafapaster (no lo digo yo, lo dice el trofeo) de Bronce del concurso.
Así que, después de mi efímera participación y con mi cómic
de Juego de Tronos como premio de consolación, me limité a disfrutar con el
resto de mis compañeros de las preguntas y, sobre todo, las respuestas falladas
que, cómo no, siempre habrías acertado tú de haber estado en esa prueba.
Completaron el concurso los cuartos de final con el juego de
“Fotograma, melodía y personaje” y las novedosas semifinales con los cubos de
palabras. Al más puro estilo Hollywood Game Night de Jane Lynch, los
semifinalistas se ayudaron de dos compañeros para formar títulos de series,
personajes y frases durante dos minutos. Una prueba muy dinámica y entretenida,
pero en la que:
-
Sufrí muchísimo por mi integridad física con doce
personas dando vueltas como locos con cubos gigantes delante de mi jeta: ¡pensé
que salía de allí con un ojo a la virulé! J
- Acabé de verle el culo al resto de compañeros,
después de haber hecho lo propio con todos los de mi zona al pasar por el
atril.
Tras un reñido desempate en la segunda semifinal, llegó el momento
cumbre del concurso. Ese fue el que vivimos con toda la sala cantando, tras la lucha
por el bronce, la canción de Marco llorando la marcha de su madre a los Andes,
gran preámbulo de los roscos finales.
Roscos que, desde mi punto de vista, fueron geniales: The
Flash, Elsa la princesa de Frozen en Érase una vez…, Viola de How to get away with murder,
las Lauras Lebrel y Diamond, Terminus de The Walking Dead y los enormes (tengo
que acabar con ellos): Vincent Keller de Beauty and the Beast y el psiquiátrico
Radley de Pretty Little Liars, fueron algunas de las letras de unos roscos más
misceláneos que nunca y que proclamaron campeón de la tercera temporada del
concurso al mañico Rubén García. ¡Enhorabuena!
Ahora tenemos un año para ponernos las pilas, ver todas las
series que podamos e intentar arrebatarle un título que, de momento, nadie ha
sido capaz de revalidar (¿La maldición del campeón?). Y recordad, para ser El
Rey de las Series hay que saber de TODAS las series, que aunque para muchos sean
una deshonra o no merezcan vivir por no tener una maravillosa fotografía, unas
actuaciones de Emmy o planos secuencia a tutiplén, forman parte de lo que
muchos llamamos, sin rubor, ENTRETENIMIENTO.
¡Hasta la próxima entrada!