martes, 27 de mayo de 2014

La última cena

  Si algo ha caracterizado mis posts de fin de temporada hasta ahora, es que todos han tenido a mujeres por protagonistas: Mary Stewart, Fatema Ben Barek y Emily Thorne. Pero ya está bien, es la hora de hablar de personajes masculinos y como además, no sólo de chorriseries puede vivir un servidor (creo, tampoco lo sé seguro), ha llegado también el momento de incluir un nuevo género en el Blog: el Thriller. Pero no un thriller cualquiera, no, uno con altísimas dosis de crímenes gore y sangre a punta pala que, concretamente, me encanta. Estoy hablando de Hannibal.



  
  La única serie de NBC que queda en mi lista, tras la cancelación de Drácula (D.E.P.), no cumple ninguno de los 3 principios que una serie ha de tener para gustarme así de entrada:
  1. Un instituto.
  2. Un vampiro, hombre-lobo o sucedáneo.
  3. Un amor imposible (aunque hay momentos en los que da la sensación de que los protagonistas se van a arrancar las camisas y se van a poner a darlo todo sobre el diván del psiquiatra).
  Pero, ¿qué tiene Hannibal que ninguna otra serie en el mundo tiene? Todo el mal rollo que te puedas imaginar y más. Con lo cual, es un MUST para mí. Y si encima tienes un plantel liderado por dos actores que hacen magistralmente su papel como son Hugh Dancy y Mads Mikkelsen, pues ya lo petas.
  Si la primera temporada me gustó, considero que, en esta segunda, la serie se ha superado con creces. Da la sensación de que el lema es: ¿queríais chocolate? Pues tomad dos tazas… y yo me compro bien de churros para mojar en él, porque es una maravilla de principio a fin. Estéticamente es perfecta, sin ánimo de resultar repipi, es un regalo para la vista (vale, no es difícil si la comparo con… mmmmm…  por ejemplo... ¿Star-Crossed?). Pero es que, además, la historia me tiene totalmente enganchado, gracias, entre otras muchas cosas, a que la pareja protagonista funciona que da gusto.
  ¿Has visto la Season Finale? De ser así puedes continuar leyendo mi análisis "no intenso" de la temporada. En caso contrario… No digas que no te avisé :).

martes, 20 de mayo de 2014

Algo pasa con Mary

 
  Es cierto que en la entrada del martes pasado sobre Revenge, dije que era una de las series que más me apetecía comentar (además de Pretty Little Liars) en el blog, pero llegado este punto se puede decir que os mentí vilmente, porque no veía la hora en que Reign terminase para empezar a rajar sobre ella.

  Y es que como comenté en mi post de llegada a la comunidad bloguera, Reign es, sin ninguna duda, mi descubrimiento de la temporada, una absoluta locura de principio a fin que incluye: misterios varios, bodas Reales, innumerables visitas diplomáticas, luchas de poder, batallas, sexo, sexo y sexo... donde todos los personajes son importantes pero casi ninguno es imprescindible, con permiso de Catherine de Medici, ser que despierta más miedos a su alrededor que la mismísima Encarna Sánchez en su época y que como te ponga el ojo encima puedes irte dando por muerto.

  Reign apareció en nuestras pantallas el pasado otoño con una idea: reinventar el concepto de "chorriserie" teen. Para ello huye del típico instituto americano trasladándose a un castillo y, a partir de ahí, cambiamos a la típica Cheer Leader y sus amigas por Mary y su séquito de damiselas, al capitán del equipo de Béisbol y de Lacrosse por Francis y Bash y le añadimos bien de amoríos, traiciones y manipulaciones... y el resultado obtenido es esta joya de la corona nunca mejor dicho. Eso sí, el rollo histórico es una mera excusa y si la pobre Mary Stewart levantase la cabeza, estoy convencido de que se volvía directa al hoyo.

  Dicho esto, he aquí mi análisis de la temporada (con algún que otro SPOILER):
 

martes, 13 de mayo de 2014

Infinita Miss Thorne

  Cuando hace un mes me propuse abrir el blog, había dos series sobre las que me apetecía escribir especialmente: Pretty Little Liars y Revenge (bueno, vale, bastantes más, pero estas sobre todo). Aunque, en ambos casos, estaba esperando el momento adecuado y hoy, por fin, ha llegado el día de hacerlo con la historia de venganza más sangrienta, cruenta, teatrera (por no decir mamarracha) y culebronesca EVER:
 
 
  Y es que la ocasión lo merece, porque la Season Finale que nos tenían preparada ha sido épica. Bueno, en general la 3ª temporada ha sido bastante grande (sólo empañada por 4-5 capítulos de relleno en los que pasaba entre nada y menos), sobre todo si la comparamos con la 2ª que, en mi opinión, fue una hez tan grande como un castillo. Está científicamente probado que meter a "La iniciativa" en una serie es sinónimo de truño (si no que se lo digan a Buffy en la 4ª temporada de su serie donde también había una). Así que los creadores de nuestra amiga Emily Thorne (recuerden: "Amanda Clarke no longer exizzzzzzzzt"), decidieron reinventarse y ofrecernos una tanda de capítulos con mucha locura y mucha plancha, dándonos donde nos duele.

  Durante las semanas previas, nos habían ido contando cositas en las RRSS, entre ellas, que uno de los personajes regulares pasaría a mejor vida en la Season Finale y, efectivamente, ayer lo descubrimos, así que si todavía no has tenido oportunidad de ver el episodio, estás a tiempo de no spoilearte vivo/a:

miércoles, 7 de mayo de 2014

Un príncipe para Fatema


  Cuando decidí ponerme a ver El Príncipe, ya se habían emitido 3 capítulos y mi madre estaba muy pesadita con el tema: “Es que tienes que verla”, “es que está muy bien”, “es que te va a encantar”, así todos los días y en cada llamada telefónica hasta que cedí. Y es que, después de haber oído que era “la Homeland española” (aún me duele la barriga de reirme) entre otras cosas, la verdad es que no tenía ni la más mínima intención de ponerme con ella. Además, dentro de los estrenos españoles ya le había puesto el ojo a Velvet y no quería más series de duración indeterminada que añadir a la lista.

  Igual yo tenía las expectativas por los suelos, pero el primer capítulo se me hizo corto y eso que eran 70 y tantos minutos (tranquilos, no voy a sacar el tan manido tema de la duración de los capítulos de las series españolas) y me gustó. Tanto es así que 2 meses y medio después, sólo puedo decir: ¡Viva Fatema!, ¡viva FM! (Faruq & Morey) y ¡viva la madre que me parió! Por convencerme de que la viese. Igual exagero, pero creo que no me divertía tanto con una serie española desde “Motivos Personales” y eso que no tienen absolutamente nada que ver y en este caso no hay una Marta Calvó haciendo de mala malísima del infierno.

  Parece que Telecinco ha dado, por fin, con la fórmula del éxito: Una historia innovadora en nuestra tele y unos actores con tirón (físico sobre todo, pero movedor de audiencias). Y si no, que levante la mano quien no haya recibido en algún grupo de Whatsapp una foto de Faruq, o de Morey… ¡o de los 2! El príncipe ha sido mi gran sorpresa de la temporada y creo que es merecedora de una entrada, para ya de paso, seguir dándole un poco más de randomismo al blog.


  Con la intención de no parecer Bob Spoiler, me había propuesto hacer un tercer post sin destripar los acontecimientos de mala manera, pero es superior a mis fuerzas no escribir lo que me viene alegremente (y más después de ver el FINALACO que nos tenían preparado). Avisados estáis:

viernes, 2 de mayo de 2014

Cualquier tiempo pasado fue mejor…


   Y si no, que se lo digan a Glee. El gran producto televisivo que lanzaran Ryan Murphy y Brad Falchuck en 2009, en la actualidad dista mucho del fenómeno social que fuera en sus comienzos. Una muy discutible renovación de casting durante la cuarta temporada unida a un sinfín de tramas sin el más mínimo sentido, han dado paso a un importante bajón de audiencias (0,8 en demográficos en su último episodio) e interés por la serie en prácticamente todo el mundo.

   Los que no me conocéis podéis pensar que soy "El típico hater de ______", pero no, he sido siempre un defensor acérrimo de Glee por todos los momentos que me ha dado (y toda la música que he conocido gracias a ella). Cuando descubrí su existencia, llevaba un tiempo desconectado del mundo de las series, hasta que un día, mi compañero de viajes me empezó a poner los CDs recopilatorios que iban sacando cada X capítulos y así hasta que me las supe de memoria y decidí empezar la serie (en español, sí, matadme). La primera temporada me duró viva apenas dos semanas, pero es que el enganche fue total y sabiéndome casi todas las canciones.. pues aún más. 

Aviso: Contiene SPOILERS