Si algo ha caracterizado mis posts de fin de temporada hasta ahora, es que todos han tenido a mujeres por protagonistas: Mary Stewart, Fatema Ben Barek y Emily Thorne. Pero ya está bien, es la hora de hablar de personajes masculinos y como además, no sólo de chorriseries puede vivir un servidor (creo, tampoco lo sé seguro), ha llegado también el momento de incluir un nuevo género en el Blog: el Thriller. Pero no un thriller cualquiera, no, uno con altísimas dosis de crímenes gore y sangre a punta pala que, concretamente, me encanta. Estoy hablando de Hannibal.
La única serie de NBC que queda en mi lista, tras la cancelación de Drácula (D.E.P.), no cumple ninguno de los 3 principios que una serie ha de tener para gustarme así de entrada:
- Un instituto.
- Un vampiro, hombre-lobo o sucedáneo.
- Un amor imposible (aunque hay momentos en los que da la sensación de que los protagonistas se van a arrancar las camisas y se van a poner a darlo todo sobre el diván del psiquiatra).
Pero, ¿qué tiene Hannibal que ninguna otra serie en el mundo tiene? Todo el mal rollo que te puedas imaginar y más. Con lo cual, es un MUST para mí. Y si encima tienes un plantel liderado por dos actores que hacen magistralmente su papel como son Hugh Dancy y Mads Mikkelsen, pues ya lo petas.
Si la primera temporada me gustó, considero que, en esta
segunda, la serie se ha superado con creces. Da la sensación de que el lema es: ¿queríais chocolate?
Pues tomad dos tazas… y yo me compro bien de churros para mojar en él, porque es
una maravilla de principio a fin. Estéticamente es perfecta, sin ánimo de resultar repipi, es un regalo para la vista (vale, no es difícil si
la comparo con… mmmmm… por ejemplo... ¿Star-Crossed?). Pero es que, además, la historia me tiene totalmente enganchado, gracias, entre otras muchas cosas, a que la pareja
protagonista funciona que da gusto.
¿Has visto la Season Finale? De ser así puedes continuar leyendo mi análisis "no intenso" de la temporada. En caso contrario… No digas que no te avisé :).